La idea de limpiar los ladrillos con ácido muriático diluído no resulta muy atrayente, menos todavía cuando la obra ya terminó y tenemos que andar cubriendo todo para que no se arruine nada.
Mi suegra me dijo: "¿Y si probás con vinagre?"
Y aquí evidencio los resultados con un clásico ANTES Y DESPUES ilustrado a continuación.
¿El método? calentar vinagre de alcohol en un tarrito y pasarle con pincel.
Sin lijar, sin hacer fuerza, sin cubrir nada. Es más, creo que ni siquiera hace falta calentar el vinagre.
Aprovecho la ocasión para mandarle un saludito a mi suegra Silvia.
La suegra agradecida por la cita de autor. Realmente el vinagre de alcohol es muy eficaz para limpiar superficies y fácil de manipular.
ResponderEliminar¡¡Felicitaciones por el blog¡¡